Experiencia, dulce experiencia

Nos vamos haciendo mayores. Parece mentira que haga ya 7 años que se fundó el EP Macarena (por entonces CB Pachangueros, más tarde Baloncesto Macarena y, desde hace ya tres años el nombre definitivo que define nuestra esencia, Espíritu Patxanguero Macarena) y que en este camino hayamos logrado un campeonato de Distrito. Y muchos dirán que no hemos aprendido prácticamente nada en todo este tiempo, pero el que viera el partido el pasado domingo frente al Pino Montano OSP pudo contemplar todo lo que hemos progresado.

A pesar de una noche de sábado oscura y pasada por agua, la mañana del domingo abrió perfecta para el desarrollo de la práctica baloncestística y el terreno de juego del Moctezuma Arena (situado en las amplias llanuras del Altiplano “sanjeroní”) estaba en condiciones aceptables para el juego. Las primeras horas del día no fueron buenas, ya que a las ya anunciadas bajas de Curro y del aún inédito amigo de Vicente (por qué falta uno por venir ¿no?) se sumaron las del propio Vicente y la de Nacho por enfermedad, y la de Abedtu por cuestiones físicas (eso sí, genial en su papel de Etore Messina)lo que motivó mi actuación como capitán y la necesidad de optimizar los recursos, a saber, Migue, V, Guaje, Ismael, Maese, el recién llegado Miguel y un servidor.

La presencia de la práctica totalidad de efectivos en el equipo contrario, contando con tres pívots que sobrepasaban en altura y peso a nuestros hombres hacía prever un partido complicado y que se ponía antes de empezar de cara a los Pinosos. Pero la experiencia es sin duda un grado importantísimo en esto del baloncesto. Tantos años luchando en una liga que generalmente no nos ha tratado bien y aprendiendo de cada uno de los equipos a los que nos hemos enfrentado (por qué no decirlo, principalmente de Farsos) puso de cara el encuentro para el EP.

El comienzo de partido (demorado hasta más allá de las 12.30 ya que el maravilloso Distrito Macarena puso un partido a las 10, otro a las 11 y finalmente el nuestro a las 12, una idea brillante, como siempre) fue complicado para ambas filas, aunque en principio los pinosos se supieron mover mejor. Pino Montano OSP entrena, y aunque muchos digan que no, eso se nota y mucho. Su comienzo mostró un equipo bien formado, con buena circulación en ataque y paciencia y sus hombres altos pudieron recibir varios balones solos en la pintura ante la pasividad defensiva macarena, desajustada por el desconocimiento de las filas (en ese momento Migue e Ismael en los lados y un servido en el centro, formación que se mantuvo prácticamente los 40 minutos en cancha). Sin embargo, los ataques no eran buenos en ninguno de los dos conjuntos y eso fue una cuestión continua en todo el encuentro. El primer parcial terminaría con 3 puntos de ventaja para Old Skull Players (nombre mucho más canchita, vive dios!).

El EP se ajustaría en el segundo parcial y a pesar de la poca efectividad atacante del conjunto, la defensa comenzó a brillar como en ella es habitual. A falta de la presencia de Nacho como pilar de los contraataques, la paciencia se hizo dueña de los ataques macarenos. La diferencia de esfumaría y se llegaría al descanso con un raquítico empate a 16 en el marcador.

Pero si paupérrimos fue el resultado al descanso, peor fue el del tercer cuarto: 4-2 se impondría el EP y los dos puntos pinosos se producirían por un regalo macareno a falta de dos segundos del final del parcial. Todo por decidir, así las cosas, de cara al último cuarto.

Y aquí fue donde toda la experiencia y raza griega del EP se demostró. Con una defensa fuerte pero regulada, pegada y sin faltas y un ataque fluido pero sobre todo muy paciente, moviendo mucho el balón en la búsqueda de una posición clara de tiro o buscando las reiteradas faltas realizadas por Pino Montano OSP, se alcanzó, gracias a dos triples consecutivos de Guaje y Luis (el primero fruto de una gran movilidad de balón y el segundo merced a un enorme rebote de Ismael, claro MVP del partido) situaban a 7 la diferencia a falta de algo más de dos minutos a favor del conjunto amarillo (que a partir del próximo partido será negro... ojú que caló Manué!). Un poco de suerte y un triple de los pinosos reducirían el marcador a una diferencia de tan sólo un punto a falta de algo más de 40 segundos.

El balón sería para el EP, que movió bien el balón pero terminó perdiéndolo en una falta de ajustes en un pase, algo normal motivado por no entrenar. Todo se decidiría en defensa, y ahí somos superiores a cualquiera en el distrito. El ataque pinoso por la victoria terminaría con un intento de triple desde algo más de 9 metros, una mala elección de tiro y Guaje se haría con el rebote largo a falta de tan sólo dos segundos. Falló los dos tiros libres, pero ya nada importaba y el partido caía definitivamente de parte macarena, con 29-28 en el marcador. Un resultado claramente dedicado al mejor jugador defensivo de la historia del EP, el gran Jaime.

Una gran victoria que sin embargo, y aquí van mis dos únicas críticas al partido, que siempre hay que aprender, podría haber sido más abultada si se hubieran metido más tiros libres (señores, no se pueden fallar 13 libres, eso es un suicidio y más en un partido así) y se hubiera presionado un poco más a sus tiradores (pudieron meter fácil 6-7 triples) algo que se irá ajustando con el paso del tiempo.

Y ahora, fin de semana de descanso y fin de semana de puente, con lo cual hasta el próximo domingo 12 de noviembre no se disputará ningún partido. Hay propuesto un amistoso para el próximo domingo, el que pueda que lo diga a ver si se puede organizar. Enhorabuena a todos y, sinceramente, me alegro muchísimo de pertenecer a este equipo.